Luisa Cerezo
Ven a descubrir el encanto del Ateneu Barcelonès y su biblioteca, que conserva la decoración original pintada por el maestro barroco Francesc Pla, El Vigatà. Y, para terminar la visita, podrás disfrutar de un vermut en el jardín del Ateneu!
- El precio de la actividad es por la organización y gestión del grupo
- Cada uno debe pagar su entrada:
Precio 15 € Incluye Vermut en el Jardin.
Un poco de historia:
En 1906 adquiere como sede el Palau Savassona, en la calle de la Canuda, 6; este palacio debe su nombre al aristócrata ilustrado Josep Francesc de Ferrer de Llupià-Brossa, barón de Savassona, que lo construyó en 1796 para que fuera la residencia de su familia.
Durante 150 años de historia y presidido por personalidades como Àngel Guimerà, Joan Maragall, Pompeu Fabra, Pere Coromines, Lluís Nicolau d’Olwer, Jordi Sarsanedas, Heribert Barrera u Oriol Bohigas, el Ateneu ha sido protagonista indiscutible del despertar de la cultura catalana de este siglo y medio.
El centro ha tenido un papel clave en el impulso de la lengua y la literatura catalanas; se han llevado a cabo influyentes tertulias que han introducido en la sociedad catalana novedades de todo el mundo en el ámbito científico, intelectual y artístico, y ha recibido visitas de las personalidades internacionales más relevantes para potenciar el debate de ideas. Se ha abierto a cuestiones como el feminismo, el medio ambiente, la economía o las nuevas tecnologías, y se ha convertido en un espacio de civilidad plural, democrático y de resistencia en tiempos convulsos. Todo ello, con un edificio histórico y singular, que alberga una de las bibliotecas privadas más importantes de nuestro país, elemento central del Ateneu tanto por el objetivo mismo de situar el conocimiento en el centro de la institución como por el de suplir el estado deplorable de la universidad en el siglo XIX.
Los espacios que ahora ocupa la biblioteca fueron la planta noble del Palau Savassona. Por este motivo, se conserva gran parte de las pinturas murales que Francesc Pla i Duran, conocido como El Vigatà, pintó en 1796 para armonizar las que entonces eran las estancias del comedor del Palau Savassona.
Ganas de pasarlo bien
organizacion y tiempo
10